Derecho de no discriminación


 

 

 

El derecho de no discriminación parte del entendimiento de que los derechos humanos se basan en el reconocimiento de la dignidad humana y es desde ahí donde surge el imperativo estatal de garantizar a todas las personas y colectivos igualdad de oportunidades para el ejercicio de todos los derechos sin discriminación de cualquier tipo.

 

La dignidad humana que nos hace a todas/os iguales en derechos tiene asimismo como base el respeto a las diferencias e identidades concretas que determinan la realidad de cada persona o colectivo. De ahí que la manera específica de ejercer –o no, los derechos debe ubicarse en el contexto cultural e identitario concreto, en un proceso constante de eliminación de factores de exclusión basada en diferencias sexo-genéricas, étnicas, de edad y de cualquier otro.

 

En este marco, el trabajo que realizamos busca, por una parte, la justicia integral mediante la defensa jurídica desde el derecho de los derechos humanos, que considere la identidad y necesidades específicas de personas o colectivos que se han visto afectadas en sus derechos, así como la incidencia en políticas públicas, a fin de que sean adoptadas medidas que respeten, promuevan y garanticen los derechos de las personas considerando sus identidades y necesidades particulares.

 

 

 

 

 

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